jueves, 26 de febrero de 2009

TAKILLAKKTA, NAVIDAD Y COCA-COLA

La producción "Navidad en mi tierra" tiene una curiosa historia. Fue la primera producción hecha enteramente bajo la dirección de Javier Leturia, pues las dos anteriores –"América de nuestra fe" y "Reconciliación"– se grabaron en dos etapas, la primera en la segunda mitad de 1988 bajo la dirección conjunta de Carlos Aguilar y mía, la segunda en el verano de 1989, bajo la dirección de Javier Leturia, ya sin mi participación. En ambas producciones hay temas grabados en la primera y la segunda etapa de grabación.

Javier Leturia, partidario de un cierto purismo en cuanto a géneros musicales, tomó los 12 temas que conformarían "Navidad en mi tierra" y buscó encajarlos en subgéneros ya existentes. Para esto, modificó tempo y ritmo de las canciones, a fin de asemejarlas lo más posible a los subgéneros identificados. El resultado fue desastroso. Cuando salio el cassette a fines de 1990, las canciones habían sufrido cambios a tal punto, que ya no reflejaban musicalmente las versiones originales de los autores y compositores. A esto se sumaba una interpretación correcta pero tibia, carente de fuerza y energía.

Takillakkta volvió a ingresar a los estudios al año siguiente para volver a grabar nuevamente todas las canciones, dejando de lado los purismos musicales y buscando interpretar las canciones como eran originalmente, lo cual sólo se logró parcialmente. Esta es la versión que apareció en 1991 y que fue posteriormente editada en CD.

De los cinco temas míos que aparecen, considero que tres han sido interpretados insatisfactoriamente por Takillakkta, a saber, Navidad en mi tierra, Navidad de los negros y Ha nacido el Niño en los Andes.


NAVIDAD EN MI TIERRA

La velocidad con que se canta esta canción en la versión grabada es excesiva. Se pierde el tono de relato que quise que tuviera. Esta canción debe ser interpretada de manera acompasada y con contrastes de entonación, cosas de las cuales carece el canto que escuchamos en la grabación. Además, la voz no logra transmitir la ternura de la que debe estar imbuido todo el canto. Se puede ver el post REMASTERIZACION: NAVIDAD EN MI TIERRA, donde se puede escuchar la versión de Takilakkta con velocidad reducida, lo cual da una idea aproximada de cómo debería ser la canción.


NAVIDAD DE LOS NEGROS

Esta canción mejoraría si se permitiera que el ritmo fuera más ardiente, más desenfrenado, más pasional. Takillakkta se centra demasiado en la corrección técnica y formal, y no deja que el espíritu de la canción brote impetuoso. El resultado es de una alegría contenida, refrenada, encajonada. Además, se escucha al principio de la canción una imitación de voz de negro, que no suena a voz de negro sino a imitación de voz de negro.


HA NACIDO EL NIÑO EN LOS ANDES

Otro interpretación con patentes limitaciones. Escuchamos una voz sin matices, ajena a la ternura melancólica pero alegre que debe imperar en todo el canto. Le falta más sentimiento serrano a toda la canción. Quedaría mejor si se hiciera un contrapunto entre voz solista y coros, y no se escuchara una voz solista cantar todas las estrofas. Es necesario "aserranar" más los arreglos musicales y la interpretación vocal, a fin de expresar esa melancolía a la vez triste y alegre que encontramos en los habitantes del Ande peruano. Como anécdota, menciono que esta canción me fue inspirada por la lectura del cuento Fue en el Perú de Ventura García Calderón.


Las otras dos canciones mías, Ven pronto, Señor y Nacimiento cuentan con interpretaciones decentes, que podrían mejorarse cierrtamente con un mejor acompañamiento musical y más expresividad en el canto, pero que, tal como están, se ajustan satisfactoriamente a las intenciones del autor y compositor.


Considero este CD como una de las peores producciones de Takillakkta, no tanto por los temas incluidos sino por la manera en que fueron interpretados. Con la "Misa Andina" –que puede ser considerada como la segunda peor producción de Takillakkta– ocurre lo contrario: las interpretaciones son buenas, pero la mayoría de los temas son mediocres tanto musicalmente como en sus textos.

Para finalizar, les cuento que esta producción es la que más cubiertas distintas ha tenido: 2 en cassette y 3 en CD. La cubierta más curiosa es la que corresponde a la edición que fue comercializada en los supermercados Santa Isabel con el nombre de "Villancicos del Perú", pues no se le ocurrió a la productora mejor idea para promocionar las canciones navideñas de Takillakkta que dejar que el CD se vendiera a precio económico en los establecimientos de la cadena comercial. Como se puede ver a continuación, aparece la imagen del orondo Papá Noel de Coca-Cola, la frase "Despierta la Navidad que hay en ti" y ninguna referencia al significado cristiano de la Navidad. Ciertamente, una extraña manera de evangelizar. ¿O tal vez se le quiso dar a la producción la condición que ameritaba, equiparable a la de un mero producto de supermercado?



miércoles, 25 de febrero de 2009

TAKILLAKKTA: ¿ARTE MUSICAL O IDEOLOGÍA RELIGIOSA?


En la cubierta de la versión en CD de la primera producción de Takillakkta se lee lo siguiente:

"América de nuestra Fe", es la primera producción que ha realizado Takillakkta (1989). En esta ocasión (2004) hemos vuelto a masterizar la grabación original y hemos incluido una nueva versión de los cantos: "Santa María de América Latina" y "Señora del Tepeyac", queriendo expresar mejor el sentido que anima estos cantos.

¿Cuál es este sentido que se quiere expresar mejor? Si se compara las nuevas versiones con las del cassette original, el oyente común percibirá que hay mayor vitalidad interpretativa en las versiones antiguas, no obstante que el sonido no sea tan limpio como en las versiones de 2004. No es, pues, el sentido musical lo que se quiere expresar mejor. Por regla general, Takillakkta no ha vuelto a grabar canciones por razones artísticas o con el fin de brindar una interpretación mejorada de canciones con deficiencias interpretativas. La única excepción es el cassette "Navidad en mi tierra", del cual se sacó una primera versión en 1990 –a todas luces insatisfactoria– y una segunda versión mejorada con nuevas grabaciones en 1991. En este caso, curiosamente, la existencia de una primera versión ha sido silenciada.

Ahora bien, si comparamos las letras de las canciones de la versión en cassette y la de CD de "América de nuestra fe", encontraremos que han habido modificaciones. Una explicación detallada de los cambios efectuados a Santa María de América Latina puede leerse en el post que escribí sobre esta canción.

Respecto a Señora del Tepeyac, la letra original decía lo siguiente en el coro:

Ay Virgencita de Guadalupe,
quiero pedirte en mi canción
que nos transformes y nos eduques
para encarnar a Cristo Jesús.


Esto ha sido cambiado por:

Ay Virgencita de Guadalupe,
quiero pedirte en mi oración
que nos conduzcas y nos eduques
en el Amor a Cristo Jesús.


El resto de la canción sigue igual.

Se trata, pues, de modificaciones con el fin de que la letra exprese de mejor manera la ideología religiosa católica a la que institucionalmente se adscribe el grupo. Que la única razón que amerite que se vuelva a grabar una canción sean estas sutilezas de pensamiento –en parte justificadas– y no razones artísticas, habla de la importancia que el Takillakkta actual otorga a sus textos, que parecen ser la finalidad última de su música. Cuando las canciones se ciñen estrictamente a esta distinción entre música y texto, donde más importante resulta el mensaje conceptual que el arte mismo, cuando deja de haber armonía entre lenguaje musical y escrito, cuando se sacrifica la poesía en aras de la teoría, se produce como resultado composiciones mediocres sin alcance universal.

Lo mejor del repertorio de Takillakkta está en aquellas canciones que no buscaron directamente ser expresión teórica del pensamiento de la institución católica a la que pertenece, sino que nacieron simplemente dentro de la libertad de inspiración de experiencias personales de fe. Y lamentablemente estas canciones son cada vez más escasas en las últimas producciones de Takillakkta.

domingo, 22 de febrero de 2009

CANCIONES: EL CERRO DE MI PUEBLO


Esta canción me fue inspirada por las cruces que se ven en las cimas de los cerros a lo largo de la geografía latinoamericana. Es una de mis composiciones más sencillas y a la vez más emotivas.

En la versión de Takillakkta la atmósfera generada por la sencilla instrumentación andina unida a la interpretación vocal de Carlos Aguilar dan como resultado una pieza casi perfecta.


EL CERRO DE MI PUEBLO

En el cerro de mi pueblo
hay una hermosa cruz;
a su sombra me enseñaron
a tener fe en Jesús.

Y cuando miro al cerro
lloro con devoción,
pues por mí murió el Señor,
teniéndome compasión.

Hacia el cerro de mi pueblo
vamos en procesión,
a llorar frente al Señor
por nuestros pecados.

En el hermoso atardecer
se eleva mi oración:
Tú quisiste padecer
por nuestra salvación.

Cerro de mi pueblo, que bendito eres por la cruz,
de tu cumbre agreste y pura se derrama la luz,
bendices mi vida, oh cerro de la cruz,
hasta que me muera, montaña de la luz.


Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.


Aquí pueden ver un video del Takillakkta post-1989 "interpretando" la canción:




En la pista de audio se escucha la versión del CD, que fue cantada por Carlos Aguilar en las sesiones de grabación 1988-89. Los miembros de Takillakkta que aparecen en el video, ninguno de los cuales estuvo presente en el estudio con la única excepción de Javier Leturia, actúan como si ellos fueran los verdaderos intérpretes de la canción. Esto se nota en las continuas faltas de sincronización entre el movimiento de los labios del cantante y la voz del audio. Dado que no hay ningún comentario que señale esto en el video mismo –lo cual legitimaría el uso de una pista musical no interpretada por los músicos que aparecen–, podemos considerar que nos hallamos ante un acto más de expropiación de la historia de Takillakkta de sus verdaderos protagonistas.

CANCIONES: EVANGELIZACIÓN


Esta canción, un vals criollo con coro de marinera, la compuse en el año 1982, antes de que se fundara el grupo Takillakkta, durante una enfermedad respiratoria que me obligó a guardar cama un par de semanas. Tomé entonces un libro de décimas del sacerdote chileno Miguel Jordá y le fui poniendo música a algunas coplas. De ese primer grupo de unas diez canciones que compuse, tres pasaron luego a formar parte del repertorio de Takillakkta: la que ahora nos ocupa, Nacimiento y Jesucristo es el Maestro. Las demás se han perdido.

El texto de Miguel Jordá sufrió algunos retoques y adaptaciones. El recitado inicial entero es de mi propia cosecha.

La interpretación de Takillakkta es muy buena: sencilla, minimalista –sólo guitarras y cajón–, con la voz de Carlos Aguilar dándole sentida expresividad a una narración de carácteres épicos.


EVANGELIZACION

Ésta es la historia gloriosa
de la gesta evangelizadora
de este continente,
nuestra América Latina:
historia de hombres valientes,
historia de santos heroicos,
historia de luces y sombras,
historia de nuestra fe.


Cuando Cristóbal Colón
descubrió este continente,
de España mandaron gente
a hacer la predicación.
Dicha evangelización
tiene páginas de gloria,
nos lo recuerda la historia
y es muy cierto que es así.
Dicha evangelización
tiene páginas de gloria,
para ayudar la memoria
los santos están ahí.

Está un San Pedro Claver
y Santa Rosa de Lima,
que en América Latina
llegaron a florecer.
Cumplieron con su deber
Antonio de Montesinos
y también Santo Toribio
y el mulato San Martín,
defendiendo hasta el fin
la dignidad de los pobres.

El anuncio de la fe
en América Latina
fue una bendición divina,
como aquí les contaré.

En su origen y en su ser
predicose el cristianismo
a través de catecismos,
rezos, cantos y oraciones.

Con bailes y procesiones
y con canto a lo divino,
indio, blanco y de color
se convierten de temprano.
Así el pueblo americano
conoció a nuestro Señor.


Lucharon por la justicia
mensajeros de la paz:
Bartolomé de las Casas
y también San Luis Beltrán.
Defendiendo a los pobres,
al indio en su dignidad,
se vino a proclamar
el mensaje del Señor.
Defendiendo a los pobres,
al indio en su dignidad,
el Obispo Valdivieso
su vida llegó a entregar.

Recordemos las misiones
de los Padres mercedarios,
que hasta la selva llegaron
predicando el Evangelio;
y a los fieles misioneros,
los frailes sanfranciscanos,
que por Cristo conquistaron
desde Lima hasta Chiloé.

El anuncio de la fe
en América Latina
fue una bendición divina,
como aquí les contaré.

En su origen y en su ser
predicose el cristianismo
a través de catecismos,
rezos, cantos y oraciones.

Con bailes y procesiones
y con canto a lo divino,
indio, blanco y de color
se convierten de temprano.
Así el pueblo americano
conoció a nuestro Señor.

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

sábado, 21 de febrero de 2009

CANCIONES: SANTA MARÍA DE AMÉRICA LATINA

Esta canción surgió cuando un amigo mío, Miguel Salazar, compuso un texto devocional, con el cual quería honrar la presencia de Santa María en la historia de la evangelización de América Latina y las diversas advocaciones con que se le conoce en este Continente de la Fe. Cuando había elaborado más de la mitad de la letra –respecto a la canción como se conoce actualmente–, yo le puse música al texto y completé lo que faltaba.

Esta primera versión de la canción es la que aparece en el cassette "América de nuestra fe" de 1989.

Posteriormente salieron a la luz varios problemas en relación a la letra de la canción grabada, que llevarían a que el texto sufriera varias modificaciones a lo largo del tiempo. La historia de las modificaciones efectuadas a la letra de esta canción es compleja.

¿Cómo se originó toda esta serie de cambios?

Por inadvertencia, tanto a Miguel como a mí se nos olvidó mencionar la advocación con que se conoce a la Virgen en Panamá: Santa María de la Antigua. Como Patrona de República Dominicana pusimos a la Virgen de las Mercedes, cuando el nombre apropiado es el de Señora de la Altagracia. Además, la canción tenía referencias a la situación política de dos países –Nicaragua y Cuba–, que no resulta pertinente mencionar, pues las situaciones políticas cambian –como sucedió efectivamente en el caso de Nicaragua– y no es conveniente que una canción religiosa pierda actualidad sólo porque la circunstancia histórica a la que se refiere ya no existe.

A esto se suma que, en un momento dado, algunos responsables con altos cargos de la institución católica a la que pertenece Takillakkta juzgaron que las dos últimas estrofas contenían "imprecisiones" teológicas que había que corregir.

Dado que la canción era cantada con frecuencia en reuniones de miembros de la institución y de otras asociaciones afines, se decidió modificar la letra.

Si bien al principio no se introdujo la advocación panameña, en el caso de República Dominicana la línea que decía "eres Virgen de las Mercedes" se cambió simplemente por "Señora de la Altagracia".

La referencia a la dictadura en Cuba se dejó intacta:
...y son tus fieles cubanos,
aun cuando se los silencia,
hijos todos muy devotos
de la Morena del Cobre.
La referencia al pasado gobierno revolucionario sandinista, que comienza con "y aunque la opresión se sienta...", fue cambiada por
...y aunque el sufrimiento venga,
tus fieles nicaragüenses
en Chinadega te piden
que la fe no sea vencida.
Lo más problemático fueron los cambios a las dos últimas estrofas, que decían originalmente:
María Virgen y Madre,
cuida este tu continente.
haz que tengamos justicia
y que ya no haya miseria,
que en nuestra tierra fecunda
haya reconciliación.

Y ante todo María,
enséñanos el Amor
haznos fieles a Dios Padre,
fraternos a los hermanos,
conviértenos a tu Hijo:
que seamos como Jesús.
Un representante de la institución católica me explicó posterioremente la razón de los cambios:
Antes decía: "María Virgen y Madre, cuida este tu continente, haz que tengamos justicia": María no puede de ninguna manera hacer que tengamos justicia. Puede a lo máximo interceder por nosotros, darnos su ejemplo, pero no puede hacer que tengamos justicia. Luego dice: "y que ya no haya miseria". En esta última frase se aplica lo mismo, pero no se cambió porque al decir primero "intercede por tus hijos" cambia también un poco el sentido o el "tono" de la petición siguiente: "que ya no haya miseria". Y sigue: "que en nuestra tierra fecunda haya reconciliación. Y ante todo María, obténnos tú del Señor ser fieles al Plan del Padre, fraternos a los hermanos, condúcenos (se cambió por conviértenos, pues María no puede "convertirnos" al Señor, pero sí puede conducirnos, de acuerdo a lo que llamamos la guía de María) a tu Hijo, que seamos como Jesús".
No sé si el lector común y corriente pueda llegar a entender todas estas sutilezas propias de una ideología religiosa obsesionada por controlar el lenguaje en que se expresa su perspectiva de la fe. No lo culpo. Lo cierto es que una vez que las estrofas en cuestión fueron pasadas por este filtro, quedaron como sigue, con la métrica lesionada y el lenguaje parchado de clichés ideológicos:
María Virgen y Madre,
cuida este tu continente:
intercede por tus hijos
y que ya no haya miseria,
que en nuestra tierra fecunda
haya reconciliación.

Y ante todo, María,
obténnos tú del Señor,
ser fieles al Plan del Padre,
fraternos a los hermanos,
condúcenos a tu Hijo:
que seamos como Jesús.
Curiosamente, se dio durante un tiempo la coexistencia de dos versiones del canto, la original del cassette y la que estaba en los cancioneros y que se cantaba en las reuniones litúrgicas de la institución católica y sus asociaciones dependientes.

Mi respuesta al mensaje con las razones de los cambios fue la siguiente:
Las observaciones al canto me parecen pertinentes y creo que se puede hacer modificaciones. Las que se hicieron no son ciertamente las mejores, no por su contenido doctrinal, sino por su falta de sentido de la musicalidad y la métrica. La expresión "Plan del Padre", además de ser algo dura por la cantidad de consonantes fuertes que agrupa en tan poco espacio, entra como con calzador en la letra y hace que se vea forzada. La expresión "fraternos a los hermanos", si bien forma parte de la letra original, es gramaticalmente incorrecta. La preposición que se debe usar es "con".
Este fue el texto sugerido por mí, buscando entonces ceñirme a las pautas terminológicas de la institución:
María, Virgen y Madre,
cuida este tu continente:
ruega por la justicia
y por que no haya miseria,
que en nuestra tierra fecunda
haya reconciliación.

Y ante todo, María,
condúcenos al Amor,
a ser fieles a Dios Padre,
fraternos con los hermanos,
confórmanos con tu Hijo:
que seamos como Jesús.
Asimismo, indiqué que la expresión "aun cuando se los silencia" referida a los cubanos debía cambiarse por "aun sufriendo pobreza".

La expresión "aunque el sufrimiento venga" referida a los nicaragüenses no me parecía satisfactoria, por lo que debía cambiarse por "aunque la aflicción se sienta".

Ninguna de mis sugerencias fue aceptada en ese momento y la canción se siguió difundiendo de la manera ya dicha. Esto cambió cuando la productora ICTYS decidió remasterizar el cassette "América de nuestra fe" y sacarlo en CD en el año 2004. Para esa ocasión, Javier Leturia consideró necesario grabar una nueva versión de la canción y aceptó casi todas mis sugerencias, haciendo un par de modificaciones menores con las que estuve de acuerdo, pues en cierto sentido le devolvían a la letra de la canción su sencillez original.

Las últimas dos estrofas quedaron así:
María, Virgen y Madre,
cuida este tu continente:
que vivamos en justicia
y que ya no haya miseria,
que en nuestra tierra fecunda
haya reconciliación.

Y ante todo, María,
enséñanos el Amor,
a ser fieles a Dios Padre,
fraternos con los hermanos,
condúcenos a tu Hijo:
que seamos como Jesús.
La advocación de Santa María de la Antigua correspondiente a Panamá fue finalmente incluida.

La letra original decía así:
Y ahora tus hijos te imploran,
Latinoamérica toda,
Madre de todos los hombres,
a ti acuden sin distingo
el blanco, el negro y el indio,
hijos tuyos quieren ser.
La versión actual de Takillakkta es como sigue:
Y ahora tus hijos te imploran,
Latinoamérica toda,
Madre de todos los hombres,
con el nombre de La Antigua
invocado fue tu amparo
en Panamá por vez primera.
En cuanto a las interpretaciones de Takillakkta, tanto la primera como la segunda versión son correctas, aunque yo prefiero la primera, pues considero que irradia más vida y energía.


SANTA MARIA DE AMERICA LATINA (LETRA DEFINITIVA)

Madre nuestra eres, María,
de todo este continente,
pues tú has estado presente
en toda nuestra historia,
y nos sigues conduciendo
a la verdadera gloria.

Nuestra evangelización
sintió tu mano amante,
pues tú seguiste constante
aquella grande misión;
por eso te apareciste
en el santo Tepeyac.

Y ahora tus hijos te imploran,
Latinoamérica toda,
Madre de todos los hombres,
con el nombre de La Antigua
invocado fue tu amparo
en Panamá por vez primera.

María de Guadalupe
te llaman los mexicanos,
y son tus fieles cubanos,
aun sufriendo pobreza,
hijos todos muy devotos
de la Morena del Cobre.

Virgen de Copacabana,
te invoca el hombre del Ande,
y en todo el Sur del Perú
te quieren Virgen de Chapi,
y los chilenos piadosos
en tu santuario en Maipú.

Y es hacia Aparecida
donde van los brasileños,
para pedirte postrados
escuches sus sufrimientos,
y en Argentina en Luján
te imploran los argentinos.

Señora de Coromoto,
te aman los venezolanos,
y van los ecuatorianos
a tu santuario del Quinche,
bella estrella de Colombia,
Virgen de Chiquinquirá.

En el Paraguay tu reinas,
Señora de Caacupé,
alma de los uruguayos,
Virgen de los 33,
sol de los dominicanos,
Señora de la Altagracia.

Oh Señora del Rosario,
lucero de Guatemala,
y en Cartago de Costa Rica
acoges a los peregrinos;
Virgencita de Suyapa,
Honduras te da su amor.

En el Salvador te invocan,
oh Señora de la Paz,
y aunque la aflicción se sienta,
los fieles nicaragüenses
en Chinandega te piden
que la fe no sea vencida.

María, Virgen y Madre,
cuida este tu continente:
que vivamos en justicia
y que ya no haya miseria,
que en nuestra tierra fecunda
haya reconciliación.

Y ante todo, María,
enséñanos el Amor,
a ser fieles a Dios Padre,
fraternos con los hermanos,
condúcenos a tu Hijo:
que seamos como Jesús.

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

miércoles, 18 de febrero de 2009

TAKILLAKKTA: ¿EVANGELIZACIÓN O ADOCTRINAMIENTO A TRAVES DE LA MUSICA?

Takillakkta considera que su razón de ser es la evangelización a través de la música. O mejor dicho, a través de la letra de la música. Pues la música solo parece ser el condimento necesario para que el mensaje, expresado en el texto de la canción, llegue a la audiencia. Takillakkta, sobre todo en las canciones que fueron compuestas a partir de 1989, concibe la música como un vehículo sonoramente agradable sobre el cual va montada la letra de la canción, que se constituye en la finalidad misma del tema musical. Esa letra debe ser de contenido religioso y construida en base a frases hechas y léxico preestablecido propio de la institución católica a la cual pertenece el grupo. Ese es el motivo por el cual todas las canciones de Takillakkta deben tener el visto bueno del Fundador, quien las revisa para verificar que el texto se ajuste a su propia ideología religiosa. Y es por eso mismo que muchas de las canciones de Takillakkta posteriores a 1989 se parecen tanto en su lenguaje.

Ahora bien, ¿son estas canciones verdaderamente evangelizadoras? El público de Takillakkta ha estado conformado por gente ya comprometida con la fe dentro de las diferentes asociaciones que promueve la institución católica, o a otros niveles por gente que, de una u otra manera, está comprometida con su parroquia o con la Iglesia en general. Takillakkta nunca ha tocado frente a un público ajeno a la fe, o por lo menos con una actitud neutral.

Considerando que la evangelización consiste en una proclamación del Evangelio, a fin de que la gente se convierta y crea, no parece ser que Takillakkta haya estado cumpliendo esta función, sino más bien la de animar a un público creyente, que puede pasar un momento agradable y festivo con canciones que reflejen sus propias creencias. Teniendo en cuenta las restricciones de lenguaje a que están sometidos los integrantes de Takillakkta en sus canciones, puede concluirse que Takillakkta se ha convertido en el conjunto musical de una determinada institución católica y de las asociaciones que dependen de ella. Que yo sepa, nadie se ha comprometido con la fe sólo por escuchar a Takillakkta. Además, no creo que la música del grupo tenga valor para gente ajena a la fe, es decir, para las personas que necesitan realmente ser evangelizadas.

Sin embargo, hay quienes se han sentido tocados en el fondo de su alma cuando han escuchado algunos temas de Takillakkta, en particular aquellos compuestos anteriormente a 1989 y que utilizan un lenguaje más natural y poético. Varios de estos temas se pueden encontrar en en los CDs "América de nuestra fe", "Reconciliación" y "América 500 años".

En estas canciones la música va íntimamente unida al texto. Lo que dicen las palabras se apoya intrínsecamente en la atmósfera sonora que genera la música, y a su vez la música es expresión de las imágenes que evocan las palabras. Se da entonces lo que yo llamo la "sinceridad" del tema musical: que lo que se canta le suene a los oyentes como auténtico y verdadero.

Asimismo, en muchas de estas canciones –y en las que yo mismo he compuesto posteriormente– la misma elección de las palabras obedece no sólo a las imágenes y emociones que sugieren, sino también a su sonoridad misma. Es por eso que la elaboración del texto puede ser una tarea más ardua que la composición de la música misma. La letra de la canción también debe ser musical, lo cual es imposible de lograr cuando se renuncia a la poesía y se prefiere los enunciados ideológicos –o propios de una espiritualidad–, correctos probablemente en un contexto académico o militante, pero fuera de contexto en una expresión artística.

La canción, para tener vida, debe partir primordialmente de una vivencia propia y no de un contenido ideológico religioso que se busca difundir. El lenguaje teórico académico tiene su propia finalidad, ocupando un lugar importante en la vida, pero es poco apropiado para ser insertado en una obra musical, que requiere de un lenguaje más afín a la poesía. Para mí el texto se construye en base a símbolos e imágenes que, cual pinceladas sobre un cuadro, van dando forma a una experiencia vital. Si bien mis primeras canciones fueron algo conceptuales, aunque no del todo, poco a poco fui evolucionando hacia el concepto de canción que aquí detallo.

Takillakkta, pudiendo ser un proyecto de mayores alcances, realmente evangelizador, se ha limitado a ser un grupo de música con base folklórica que causa simpatía y agrado, pero que carece de ese elan vital que sólo se encuentra en el arte y que mueve fibras profundas de la conciencia humana. Algo de esto, todavía en estado de inmadurez, se encontraba en algunas de las canciones de la primera etapa de Takillakkta. Esto se fue diluyendo con la proliferación de canciones meramente bonitas, con textos estereotipados parchados de clichés, donde falta la vertiente social y humana de muchas de las canciones de la primera etapa. Asimismo, Takillakkta dejó de tocar piezas puramente instrumentales, olvidando que la música misma es mensaje y no solamente el acompañamiento de un discurso que, por demasiado conceptual, no llega a calar hondo en los corazones. No se debe olvidar que la música misma, en estado de desnudez, puede ser un lenguaje que diga más que muchas palabras y que conmueva hasta las lágrimas o eleve el alma hasta el éxtasis.

lunes, 16 de febrero de 2009

TAKILLAKKTA: ¿MUSICA FOLKLÓRICA O FOLKLOROIDE?


Takillakkta siempre se ha considerado a sí mismo como un conjunto de música folklórica andina. Sin embargo, su repertorio incluye también algunos temas más próximos a la canción criolla peruana, la música afroperuana, la música popular centroamericana, la música popular brasileña e incluso a ritmos tropicales, como, por ejemplo, Trabajando y Yo quiero ver. Si no fuera por la instrumentación andina, la canción Nueva jornada podría pasar por una cumbia. La influencia de la nueva canción latinoamericana se deja sentir en temas como Viento en Ayacucho, Hermano Jesús, Bajo la Cruz del Sur, Pueblo joven y Santo Toribio y el dragón. Los temas compuestos por Carlos Aguilar son de difícil clasificación. Y los temas propiamente andinos de Takillakkta tienen una base folklórica, pero enriquecida y transformada por aportes musicales diversos, de modo que difícilmente podrían pasar por musica folklórica auténtica. Se trata de algo nuevo, con raíces en la tradición, pero adaptado a un público urbano contemporáneo.

Esto se debe a que la música de Takillakkta se nutrió de la música de grupos también de base folklórica, pero a la vez innovadores o situados en la vanguardia musical contemporánea; Savia Andina, Kjarkas, Proyección, Inti-Illimani y Quilapayún. Takillakkta asumió desde un principio la instrumentación que empleaban estos grupos, consistente esencialmente en guitarra, charango, zampoñas, quena, bombo y chacchas, mas propia del sur andino peruano, Bolivia, Chile y el norte de Argentina. Takillakkta ignoró –y sigue ignorando– otra manifestaciones del folklore peruano, como el huaylas –que se interpreta con arpas, clarinetes, saxofones y violines–, el huayno ancashino –cantado con florituras vocales que requieren de mucha destreza en el canto–, el huayno ayacuchano –donde el único instrumento es la guitarra–, los huaynos interpretados con bandas de viento, etc. Takillakkta considera su estilo musical propio como típico del Ande peruano en general, cuando en realidad es sólo una modalidad más de lo andino.

Además, ninguno de los autores y compositores teníamos raíces andinas. Nos habíamos criado en un ambiente donde habíamos bebido de la música pop –baladas, por ejemplo–, rock –en mi caso principalmente el rock progresivo y pesado– y música clásica, y luego nos habíamos interesado por la música andina filtrada a través de grupos que estaban a la vanguardia de la tradición. Nuestro mundo era el de la burguesía limeña de clase media, donde habíamos bailado al ritmo del pop rock, la salsa y el merengue, y sabíamos muy poco de las vivencias reales de los habitantes del mundo andino, desconociendo incluso sus manifestaciones musicales más ancestrales. No podíamos darle expresión a las inquietudes del hombre andino, puesto que no lo éramos y nuestra aproximación era desde fuera, teñida muchas veces de paternalismo y artificio. Lo que estaba haciendo Takillakkta era algo nuevo, basado muchas veces en ritmos andinos, pero distinto del folklore puro.

Asimismo, la audiencia de Takillakkta ha estado integrada generalmente por gente perteneciente a los estratos sociales medios urbanos, con oídos no acostumbrados a escuchar música folklórica auténtica y, más bien, con cierto rechazo hacia lo auténticamente popular.

El actual director de Takillakkta, defensor de un purismo musical folklórico que nunca se ha visto realmente plasmado en los temas e interpretaciones del grupo, se manifestó en total desacuerdo conmigo cuando una vez le dije que "Takilakkta es un conjunto de burgueses que toca música folkloroide compuesta por burgueses para consumo de otros burgueses".

No tiene nada de malo tocar música folkloroide. Si esto se hubiera reconocido y aceptado desde el principio, Takillkkta hubiera seguido aceptando las cotas de creatividad entre quienes aportaron a su repertorio con canciones nuevas, sin tener que pasarlas por el filtro de un purismo en géneros musicales que al final no produce ni folklore puro –porque eso no es posible– ni permite la aparición de excelentes y novedosos temas folkloroides –porque se busca poner coto a las fusiones e innovaciones musicales–. El resultado es que Takillakkta ha buscado proyectar una imagen de sí mismo que no corresponde a lo que verdaderamente es, negando su identidad de conjunto urbano que ha fusionado diversos géneros en canciones nuevas interpretadas con instrumentación surandina. La insistencia en un purismo de géneros musicales únicamente ha producido canciones mediocres, carentes de originalidad, que probablemente no superen la prueba del tiempo.

domingo, 15 de febrero de 2009

REMASTERIZACIÓN: NAVIDAD EN MI TIERRA

Considero la interpretación de Takillakkta de este tema como la peor que el grupo haya hecho de una canción mía. El tempo con que se canta esta canción en la versión grabada es demasiado acelerado. Se pierde el aire de relato acompasado que quise que tuviera el canto. Además, la voz no contribuye con los necesarios contrastes de entonación, ni transmite la ternura de la que debe estar impregnada toda la canción. Reduciendo el tempo de la versión grabada en 15%, se obtiene una idea aproximada de la velocidad con que debería cantarse esta canción, aunque persistan los defectos de la interpretación vocal.



REMASTERIZACIÓN: SANTO TORIBIO Y EL DRAGÓN

Respecto a esta canción (indebidamente intitulada Santo Toribio, caballero de los Andes), la interpretación de Takillakkta, aunque técnicamente impecable en lo instrumental, no satisface en el aspecto vocal. El cantante no logra imprimirle suficiente fuerza y sentimiento a los versos. Esto se debe en parte a que la canción original es ligeramente más rápida. A fin de que podamos darnos una idea aproximada de cómo debe ser la canción, he remasterizado la versión de Takillakkta con un tempo mayor (+7.5%). Si bien no se logra superar del todo los defectos en la expresividad vocal, lo que se escucha en la versión remasterizada se acerca más a la versión del compositor.


viernes, 13 de febrero de 2009

EDUARDO GILDEMEISTER Y LA NUEVA GESTA

Poco después del nacimiento de Takillakkta, allá en el año 1983, un miembro de nuestra institución católica, Eduardo "Lalo" Gildemeister, dio a conocer algunas canciones que él mismo había compuesto. Sus composiciones tenían un estilo semejante al de los temas de la nueva canción latinoamericana y sobre todo de la Nueva Trova Cubana, a cuyos representantes solía escuchar asiduamente, en particular a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Primero acompañado sólo de su guitarra, y posteriormente con un grupo de músicos que tocaban quena, zampoñas, charango, teclado y percusión, Eduardo fue haciendo conocer sus canciones y, junto con Takillakkta, se convirtió en número obligado de los Convivios (Congresos de Estudiantes Católicos).

Eduardo tuvo la idea de iniciar un nuevo movimiento de la canción, con temas de inspiración católica, al cual denominó la Nueva Gesta. Inicialmente sus canciones no mencionaban explícitamente temas de fe, pero con el tiempo eso fue cambiando y llegó a componer incluso una Misa.

La idea de cifrar poéticamente ciertos temas y sugerir a través de imágenes simbólicas lo que no se quería expresar directamente me pareció una buena idea. Hice por ese entonces algunas composiciones que buscaron enmarcarse dentro de la Nueva Gesta, entre ellas Ciudadano de los reinos malditos, El vigilante, Canto a la vida, Cadáver ayacuchano, Viento en ayacucho, La guitarra rota, La barca de Caronte, por mencionar algunas. Así como Eduardo Gildemeister tomaba experiencias personales para convertirlas en canciones, de manera un poco distinta mis canciones comenzaron a nutrirse de mi propia experiencia personal y tocar profundidades poco visitadas.

Lamentablemente, los esfuerzos de Eduardo se concentraron principalmente en sacar adelante sus propios temas y el proyecto de la Nueva Gesta nunca llegó a plasmarse en un movimiento, un número significativo de cantautores que fueran una alternativa a las canciones politizadas de otros movimientos musicales, muchas veces con valores ajenos a los cristianos. El nombre de Nueva Gesta se redujo a ser el título del primer cassette que sacara Eduardo y, eventualmente, del grupo de músicos que lo acompañaban. El proyecto cayó en el olvido y actualmente muy pocos se acuerdan de él.

Hubo también en ese entonces una canción del repertorio de Takillakkta, compuesta por Pablo Pilco, integrante del conjunto durante un breve período de tiempo, que se intitulaba Nueva gesta. La primera parte de la canción decía así:

Somos convocados
a una gesta que ha llamado el Señor
como monjes y soldados
en el mundo de hoy.


Sobra decir que actualmente no comparto esta idea elitista de un ejército de monjes buscando conquistar al mundo para la fe a través de un proselitismo combativo, que aparece reflejada en este antiguo tema de Takillakkta. Influencias de esta concepción se encuentran en varias de las canciones de Eduardo, sobre todas aquellas que hacen alusión a la figura del combatiente, y que de alguna manera buscó contraponer a la figura del guerrillero, tan popular en los ambientes universitarios en los '70 y los '80.

Con el tiempo, Eduardo fue incluyendo cada vez más en las letras de sus canciones frases estereotipadas de la ideología religiosa de la institución católica a la cual todavía pertenece, con la consiguiente pérdida de sustancia poética, aunque siempre ha mantenido un nivel de excelencia musical.

Quiero agradecer a Eduardo por abrirme nuevas perspectivas con algunas de sus canciones, que me permitieron enriquecer mis propias composiciones, aunque no haya habido vínculos cercanos de amistad y nunca hayamos tocado ni cantado juntos, aunque éste fue mi deseo durante cierto tiempo.

Eduardo Gildemeister ha publicado los siguientes cassettes:
  • Nueva Gesta
  • Personajes
  • El combatiente
  • Gesta de valientes
  • La Misa latinoamericana
Ninguno ha sido remasterizado y publicado en formato CD.

En el año 2001 publicó una recopilación de algunos de sus temas, que volvió a grabar con músicos de calidad y con nuevos arreglos musicales. Este CD está disponible a continuación en formato MP3 –sólo para uso privado, sin fines de lucro–.


EDUARDO GILDEMEISTER - QUE LEVANTE LA ESPERANZA (2001)

lunes, 9 de febrero de 2009

RESCATES: YO QUIERO VER


Así de simple es el título de esta canción. No como el farragoso y poco directo Lo que yo quiero ver, que es el título con el cual Takillakkta ha difundido esta canción.

Ciertamente, la interpretación de Takillakkta es dinamita pura y le pone a uno la piel de gallina. Es quizás una de las mejores intrepretaciones que ha hecho Takillakkta de una canción mía.

Sin embargo, esta brillantez se ve empañada por dos cambios que se le hizo a la letra original.

Originalmente el texto rezaba así:

Y crecerá como un árbol
la semilla que sembró
el Evangelio en mi tierra
con amor conquistador.


A alguien se le ocurrió tal vez que la palabra "conquistador" era una alusión a la "conquista de América", que suele traer a veces tristes recuerdos. Quizás por eso mismo se cambió la letra por "amor transformador". La inserción de la palabra transformador, poco evocativa poéticamente, propia más bien del lenguaje académico, trunca la imagen del verso y destruye su poder de sugerencia. El concepto de "amor transformador" no despierta pasiones, como sí lo hace la imagen de "amor conquistador". Este amor busca ganarse a quien ama, despierta emociones, se entrega apasionadamente, fecunda al ser amado. El Evangelio conquistando con amor la tierra americana es una figura poderosa, que no tiene mucho que ver con la conquista por la violencia que se efectuó en el pasado y que, bajo modalidades diferentes, se sigue realizando con actores distintos en varios puntos del planeta.

Hay otro verso que fue cambiado:

Tomemos con seriedad
la lucha por la verdad,
la tarea permanente
de siempre resucitar.


Takillakkta cambió "resucitar" por "evangelizar", arruinando el poder sugestivo de este verso. Subyace a toda la canción una contraposición entre vida y muerte, luz y oscuridad, esperanza y olvido. Nuestra tarea es volver siempre a la vida, levantarnos continuamente de la muerte para vivir en la esperanza. La palabra "evangelizar" se incrusta como un tumor en el verso, sin conexión con el tejido poético que lo rodea, y le quita fuerza.

Transcribo, pues, la letra de la canción, tal como quise que fuera desde un principio:


YO QUIERO VER (LETRA ORIGINAL)

Cuando yo quiero expresar
que este suelo es el lugar
donde hemos de esperar
un tiempo primaveral,
desentraño una canción
al calor del corazón
del Dorado Continente
que descubriera Colón.

Y crecerá como un árbol
la semilla que sembró
el Evangelio en mi tierra
con amor conquistador.

Yo quiero ver a mi pueblo remover
la oscuridad que nos manda envejecer.
Yo quiero ver la memoria recoger
el heroísmo que nos hará vencer.

Yo quiero ver al futuro en el taller
renovando los tesoros del ayer.
Yo quiero ver la esperanza estremecer
las almas jóvenes del amanecer.

No dejemos perecer
en las ansías de placer
las raíces de la fe
que definen nuestro ser.
Tomemos con seriedad
la lucha por la verdad,
la tarea permanente
de siempre resucitar.

Latinoamérica, tú eres
estandarte de la Cruz,
capitana de banderas
en un mar de juventud.

Yo quiero ver muchas manos emprender
la epopeya que nos verá crecer.
Yo quiero ver a mi patria merecer
el nombre de Continente de la Fe.

Yo quiero ver las cenizas renacer.
Yo quiero ver los rostros resplandecer.
Yo quiero ver lo que Dios en su querer.
Yo quiero ver nuestras esperanzas ser.

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

domingo, 8 de febrero de 2009

RESCATES: MI TIERRA HERIDA


Esta canción tiene una profunda inspiración bíblica. No conteniendo nada contrario a la fe de la Iglesia, sin embargo, es tal vez la canción mía que más ha sufrido modificaciones en la letra a manos de Takillakkta.

Indico a continuación cuáles fueron los cambios efectuados.

La versión de Takillakkta dice:

Pero el Amor de Dios se mostró:
la maldición tendrá su final...


La versión original decía otra cosa:

La maldición tendrá su final,
es la promesa que Dios me dio...


En la versión cambiada se habla del "Amor de Dios" como si se hubiera querido mencionar a toda costa ese término, que no se menciona de manera explícita en el resto de la canción. Sin embargo, el canto termina en una exultación gozosa que nos remite al amor misericordioso de Dios. ¿Se hacía necesario explicitarlo, cuando es un tema que subyace a toda la canción? Por otra parte, la versión original incide más en una relación personal con Dios, en el hecho de que El hace una promesa y el hombre confía en que se cumplirá. Dios es mencionado como persona, no como concepto.

Otro cambio sutil, pero significativo, aparece en los siguientes versos:

Sol de justicia iluminará
las entrañas de la creación
y restablecerá la verdad
en la armonía que se perdió.


La versión original decía:

Sol de justicia ilumina ya...

El hombre está cantando una redención ya realizada, pero que todavía tiene que llegar a su plenitud. Hay mucha mayor esperanza en algo que ya se ha iniciado, que en algo que está totalmente ubicado en el futuro. En esta parte del canto se habla de la tierra como que ya tiene dolores de parto, es decir, se hace referencia a una redención ya iniciada.

El siguiente texto, que refleja la versión de Takillakkta, también era originalmente otro:

En surco abierto germinará
la simiente que no floreció
y el hombre ya no trabajará
sobre una tierra sin redención.


La versión original decía:

En surco abierto germinará
la simiente que se me negó
y mi sudor ya no caerá
sobre una tierra sin redención.


La versión de Takillakkta es tibia, desapasionada, académica. La versión original rezuma tragedia y a la vez esperanza. Expresa que, pese a todo su trabajo, el fruto le es negado al hombre, que no hay proporción entre el esfuerzo realizado y los magros resultados. Hablar del sudor es hablar de algo dramático, unido al sufrimiento y al cansancio. ¿Habrán tal vez pensado los que efectuaron los cambios que el texto quería decir que era Dios quien le niega la simiente al hombre? Del contexto sólo se puede inferir que es la tierra misma, maldita por culpa del hombre, quien le niega su fruto.

Otra cosa que le quita fuerza a la versión de Takillakkta es que estos versos son puestos en tercera persona, cuando en la versión original se habla en todo momento en primera persona; es un canto de Adán –o de sus descendientes–, el hombre que trabaja en una tierra maldita y que confía en Dios, esperando que se haga plenitud la promesa de reconciliación. Por eso mismo, el título correcto de esta canción es Mi tierra herida y no Tierra herida.

En los versos que siguen a continuación se elimina en dos ocasiones el posesivo en primera persona, diciendo "el corazón" y "la tierra", en lugar de "mi corazón" y "mi tierra". El resultado es una aproximación más conceptual y menos personal.

Por otra parte, la interpretación vocal en la versión de Takillakkta que se escucha en el CD es tibia y falta de sentimiento. Esta canción mejoraría con una voz más expresiva.

Esta es, pues, la letra de la canción, tal como la concibió originalmente su autor:


MI TIERRA HERIDA (LETRA ORIGINAL)

Sudor cansado
cayó de mi frente
sobre la simiente
que yace en la tierra.

Cardo y espina es lo que brotó,
porque mi suelo maldito está.
¡Soy culpable de esta enemistad,
yo, miserable Adán!

La maldición tendrá su final,
es la promesa que Dios me dio:
hombre y naturaleza verán
mañanas de reconciliación.

Polvo y gemido,
llanto y ceniza
soplan las brisas
de nuestro mundo.

La tierra tiene tanto dolor
como en el parto una mujer
y gemirá hasta ver florecer
la reconciliación.

Sol de justicia ilumina ya
las entrañas de la creación
y restablecerá la verdad
en la armonía que se perdió.

En surco abierto germinará
la simiente que se me negó
y mi sudor ya no caerá
sobre una tierra sin redención.

Y las raíces de la amistad
se hundirán en mi corazón,
hasta mi tierra penetrarán,
ya no habrá gemidos de dolor.

¡Canta, mi tierra, canta al Señor
un canto de reconciliación,
canta el final de tanto dolor,
canta a Jesús Reconciliador!

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

RESCATES: SANTO TORIBIO Y EL DRAGÓN

Santo Toribio de Mogrovejo
Takillakkta, sin mi conocimiento y autorización, le cambió el nombre a esta canción por el de Santo Toribio, caballero de los Andes o simplemente Santo Toribio. Se pierde así la referencia a la imagen que me inspiró el texto, la de San Jorge luchando contra el dragón. La cosa no quedó solamente en el título, pues hubo además un par de cambios desafortunados a la letra.

La letra original decía "otro Cristo andaba con vara episcopal", aludiendo a la expresión teológica alter Christus, que la la Iglesia emplea para designar la función del sacerdote ordenado. Takillakkta reemplazó esta expresión por "como el Cristo andaba con vara episcopal", tal vez pensando que era incorrecta, dado que sólo hay un Cristo, Jesucristo Nuestro Señor. A fin de evitar malentendidos como éste, producto de la ignorancia, he optado por el siguiente verso definitivo: "un Quijote andaba con vara episcopal". La figura del Quijote evoca heroísmo y tristeza, grandeza de ideales junto a cruda realidad, dignidad en medio de las adversidades y espíritu aventurero.

La expresión "fue su lengua fuego que incendiaba las razones" fue cambiada por "fue su lengua fuego que encendía las razones". El verbo encender no sugiere la misma fuerza y pasión que incendiar, y le quita vigor a la canción. A fin de evitar interpretaciones irracionalistas, he elegido como texto definitivo la expresión "fue su lengua fuego que incendiaba corazones".

Finalmente, hay un cambio menor que se hizo inadvertidamente o por ignorancia. "...su misión bordada en las velas flamantes" se escucha cantar a Takillakkta, cuando la letra original decía "velas flameantes". Si bien la diferencia fonética es mínima, el significado de flamante es totalmente distinto del de flameante.

He aquí, pues, la letra definitiva de la canción, según la intención de su autor:


SANTO TORIBIO Y EL DRAGÓN

ídolos de arcilla rugían en la espuma
su lumbre es la bruma mi pluma
acunaba un dios y otro dios
tierra de la luna sin nombre todavía
se bautizaría bajo un nuevo sol

cuando por la pampa fluyente de los mares
llegaron las naves cargadas de pasión
su misión bordada en las velas flameantes
la cruz tremolante fue mi liberación

evangelizando, evangelio abanderando
nunca rezagando la estocada al gran caimán
siempre enarbolando la verdad que está matando
al dragón nefando que asolaba la heredad


fue tal epopeya como el ser humano
entramado de sombra y de luz
sueña la centella que destella en mi verano
con el Arzobispo del Sur

santo Toribio, caballero de los Andes
heraldo andante de la evangelización
el protector, el defensor de los humildes
de los que gimen bajo el yugo del dragón

como fauces de una serpiente emplumada
apretaba el diente el cauce
que arreciaba muerte en caudal
hasta que insurgente contra la bestia armada
un Quijote andaba con vara episcopal

vuela como el cóndor arrullando las alturas
besa la blancura de la nieve virginal
su cabalgadura pisando con premura
la estatura muda del Ande colosal

evangelizando, evangelio abanderando
nunca rezagando la estocada al gran caimán
siempre enarbolando la verdad que está matando
al dragón nefando que asolaba la heredad


fue su mano alzada fecunda en bendiciones
su cayado fue el del Buen Pastor
fue su lengua fuego que incendiaba corazones
su mirada alejaba el temor

santo Toribio, caballero de los Andes
heraldo andante de la evangelización
el protector, el defensor de los humildes
de los que gimen bajo el yugo del dragón

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.


La interpretación de Takillakkta tampoco es del todo satisfactoria, un poco lenta a mi parecer. Se puede escuchar una versión con el tempo mejorado en REMASTERIZACION: SANTO TORIBIO Y EL DRAGON.

sábado, 7 de febrero de 2009

RESCATES: BAJO LA CRUZ DEL SUR


La letra original de esta canción es básicamente la que interpreta Takillakkta, salvo en la parte que dice "nueva civilización del amor", pues yo había puesto allí originalmente "una nueva civilización". Esto se percibe cuando el que canta tiene que modificar ligeramente la melodía con respecto a las otras estrofas similares, a fin de que pueda encajar el texto cambiado.


BAJO LA CRUZ DEL SUR (LETRA ORIGINAL)

En la noche de mi tierra clavo mis ojos en la oscuridad,
brilla una cruz de estrellas que es antorcha de mi corazón:
¡Cruz del Sur, Cruz del Señor!

Sólo los hombres valientes miran la Cruz en la noche con fe
para luchar en América por el reinado de Cristo Jesús
con las armas de la luz.

¡Milicia de hombres de Dios, bajo la Cruz vencerás!

¡Tierra de duras batallas,
te toca defender
la fe de nuestros padres
bajo la Cruz del Sur!

En el fragor de la lucha ningún peligro nos ha de vencer,
una Mujer protege nuestros pasos a la libertad,
¡son huellas que luz darán!

Madre del Cristo que sufre en mi pueblo que conoce el dolor,
tú nos darás el fuego que en nuestras manos amor será
y un río a la eternidad.

¡Milicia de hombres de Dios, bajo la Cruz vencerás!

¡Madre de los combatientes,
enciende en nuestro ser
la fe para luchar
bajo la Cruz del Sur!

Hombres que luchan a muerte contra el pecado de su corazón
para instaurar en el mundo nueva civilización del amor
cumpliendo así el Plan de Dios.

Hoy las estrellas señalan nuevos rumbos hacia la libertad
para los hombres de América que quieren hasta su vida entregar
luchando por la Verdad.

¡Milicia de hombres de Dios, bajo la Cruz vencerás!

¡Latinoamérica toda,
oye el llamado de Dios,
alza la frente gloriosa
hacia la Cruz del Sur!


Esta canción sigue teniendo pujante energía y fresca vitalidad. El problema es la ideología que inspiró la letra, y que yo por entonces compartía. Se trata de una perspectiva cristiana elitista y tradicionalista, que nos remite a los tiempos medievales, expresada sobre todo en una frase que se repite tres veces en la canción: "¡Milicia de hombres de Dios, bajo la Cruz vencerás!"

Actualmente no comparto esta visión. Me inclino más por la idea de Pueblo de Dios, que va acogiendo a todas las gentes a lo largo de su peregrinar en este mundo, luchando por la paz y la justicia a través de un amor abarcante que tiene su fuente en Dios.

No quisiera que se pierda la sustancia de esta canción, pues se trata de un tema que tiene fuerza. Por eso mismo, he compuesto una letra alternativa –sobre la base de la letra original–, que incide más en la temática del Pueblo de Dios y en los valores de paz, justicia y amor. De esta manera, la canción adquiere un alcance universal y se presta para que la canten todos los hombres y mujeres de América Latina que comparten la misma fe, esperanza y amor, sin importar su diversidad de estilos de vida y perspectivas creyentes dentro de una misma Iglesia.


BAJO LA CRUZ DEL SUR (LETRA DEFINITIVA)

En la noche de mi tierra clavo mis ojos en la oscuridad,
brilla una cruz de estrellas que es antorcha de mi corazón:
¡Cruz del Sur, Cruz del Señor!

Sólo los pueblos valientes miran la Cruz en la noche con fe
para luchar en América por el reinado de Cristo Jesús
con las armas de luz.

¡Gente del Pueblo de Dios, bajo la Cruz vencerás!

¡Tierra de duras batallas,
te toca defender
la paz y la justicia
bajo la Cruz del Sur!

En el fragor de la lucha ningún peligro nos hará temer:
una Mujer protege nuestros pasos a la libertad,
¡son huellas que luz darán!

Madre del Cristo que sufre en mi pueblo que conoce el dolor,
tú nos darás el fuego que en nuestras manos amor será
y un río a la eternidad.

¡Gente del Pueblo de Dios, bajo la Cruz vencerás!

¡Madre del pueblo sufriente,
enciende en nuestro ser
la fe y la esperanza
bajo la Cruz del Sur!

Pueblo que sufres la muerte y la violencia bajo la opresión,
construirás con tus manos una nueva civilización
de paz, justicia y de amor.

Hoy las estrellas señalan nuevos rumbos hacia la libertad
para los pueblos de América que quieren hasta su vida arriesgar
luchando por la verdad.

¡Gente del Pueblo de Dios, bajo la Cruz vencerás!

¡Latinoamérica toda,
oye el llamado de Dios,
alza tu frente gloriosa
hacia la Cruz del Sur!

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

RESCATES: EL PUEBLO QUE CANTA


Considero algunas interpetaciones de mis canciones por parte de Takillakkta como insatisfactorias, ya sea debido a la manera específica en que fueron interpretadas (Navidad en mi tierra, Navidad de los negros, Ha nacido el Niño en los Andes), ya sea debido a cambios no autorizados efectuados a las letras de las canciones (Santo Toribio y el dragón, Mi tierra herida, Yo quiero ver).

Hay también un par de canciones, que si bien fueron interpretadas adecuadamente por Takillakkta, requieren una revisión de su letra (Bajo la Cruz del Sur, El pueblo que canta).

Esta serie de RESCATES busca restablecer esas canciones en su versión original o definitiva, tal como han sido concebidas por su autor y compositor, este humilde servidor.



EL PUEBLO QUE CANTA (TÍTULO ALTERNATIVO: TAKILLAKKTA)

Esta canción la compuse con la intención de reflexionar sobre nuestro quehacer musical, sin pretender jamás que fuera una canción que identificara al grupo Takillakkta. Mi intención era que pudiera ser cantada por cualquier grupo de música folklórica andina que tuviera un estilo similar al nuestro y la misma instrumentación. Al cambiársele el título original El pueblo que canta por el de Takillakkta, el sentido mismo de la canción se oscurece y no queda claro que lo que se quiere esencialmente expresar es que el conjunto musical es sólo el mediador de un pueblo que sufre y que se expresa a través del canto.

Para mayor confusión, se le ha sobrepuesto una interpretación devota a algunas frases del texto. Esto queda gráficamente expresado en el videoclip "Takillakkta - 25 años", que se puede ver aquí:




Cuando se escucha la frase "que son otros los que cantan a través de nuestra voz", se ve imágenes del grupo, de Jesús crucificado con María y Juan al pie de la Cruz, o incluso del Papa Juan Pablo II, pero ninguna que aluda al sentido original del canto. Esos otros son el pueblo latinoamericano que sufre y que se expresa a través de la música popular.

Cuando se escucha la frase "y si suenan palmas fuertes no serán en nuestro honor, sino del hombre que vierte su sangre en nuestra canción", se ve imágenes de Jesucristo, pero no de aquel a quien se refiere la canción: el hombre latinoamericano que nutre con su sangre el canto, en relación al cual el grupo es sólo un mediador.

A fin de que no se mantenga este malinterpretación, es mi intención que la letra de la canción diga de ahora en adelante "sino del pueblo que vierte su sangre en nuestra canción".

Asimismo, más en consonancia con la actual realidad social de Latinoamérica, donde se registran las mayores desigualdades sociales a nivel mundial, creo conveniente cambiar la expresión "reconciliación" por "la liberación".

He aquí, pues, la letra definitiva de la canción:


EL PUEBLO QUE CANTA (LETRA DEFINITVA)

Cuando sucede que el pueblo que canta
quiere expresarse desde el corazón,
trina un charango sus cuerdas de fiesta,
gime una quena con tierno llorar.

Palpita el bombo con furia de trueno
y las palabras gritan la verdad,
guitarra que vierte lágrimas sonoras
y la zampoña su antiguo cantar.

Pero no importa quién sea el que canta,
quién sea el que toca la instrumentación,
si el sentimiento de todo un pueblo
flota en el viento de la canción.

No queremos los aplausos
de la audiencia, ¡no, señor!,
que son otros los que cantan
a través de nuestra voz,
y si suenan palmas fuertes,
no serán en nuestro honor,
sino del pueblo que vierte
su sangre en nuestra canción.


Lejanos ecos de antiguos tiempos
se hacen carne en la canción,
música que tiene latido de pueblo
y un hondo anhelo de eternidad.

A nuevos tiempos, nueva esperanza,
nuevas canciones, sin olvidar
que en las raíces, bañadas de historia,
mi tierra respira propia identidad.

Las nuevas luchas nos llenan las venas
de sangre nueva teñida de amor
y las canciones serán banderas
con un solo lema: ¡la liberación!

No queremos los aplausos
de la audiencia, ¡no, señor!,
que son otros los que cantan
a través de nuestra voz,
y si suenan palmas fuertes,
no serán en nuestro honor,
sino del pueblo que vierte
su sangre en nuestra canción.

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

viernes, 6 de febrero de 2009

HOMENAJE

Los integrantes de Takillakkta de la primera etapa, que va desde su conformación en 1983 hasta fines de 1988, emplearon como traje distintivo unos toscos ponchos marrones de lana de alpaca. Nos sentíamos orgullosos cuando al inicio de nuestras primeras presentaciones, Alejandro Bermúdez, entonces líder del grupo, decía con voz potente:

"¡el poncho que llevamos puesto
ningún carajo lo ha de pisar!"


Mientras Takillakkta tuvo como signo distintivo esos ponchos, primó la creatividad, un animado espíritu colectivo y, sobre todo, ese sentimiento de aventura de estar abriendo nuevos caminos.

Quiero aquí rendir homenaje a todos aquellos que le dieron vida al Takillakkta del poncho marrón, a través de su esfuerzo, su don creativo, su carisma de gentes, su talento musical.

Las fotos aquí incluidas fueron tomadas durante el concierto del 25 aniversario de Takillakkta, realizado el 11 de octubre del 2008 en el auditorio del Colegio Santa Úrsula en Lima (Perú), evento en el que participaron como músicos invitados algunos antiguos integrantes del conjunto.


ALEJANDRO BERMÚDEZ

De carácter enérgico, temperamento fogoso y verbo florido, supo insuflarle fuerza a nuestras presentaciones y hacer que el público vibrara intensamente con nuestras interpretaciones. A la vez dio espacio a cada uno de los demás miembros del grupo para que pudiera brillar personalmente, dentro de un aliento colectivo marcado por una compenetración mutua. No se trató nunca del Takillakkta de Alejandro Bermúdez, sino del Takillakkta de todos nosotros con Alejandro Bermúdez como su motor interno. El punto fuerte de Alejandro fue la interpretación, pues carecía de dotes para la composición. No obstante, supo elegir con mucho acierto un par de melodías ya existentes, a las cuales les cambió la letra, convirtiéndolas en los temas más exitosos de Takillakkta, a saber:

1. Taita Dios
2. Cristo glorioso
3. Virgencita apenada
4. Virgencita de Cocharcas


RICARDO TRENEMANN

Con su carácter sereno y conocimiento musical, le dio medida y orden a los temas interpretados por el conjunto, a la vez que contribuía con arreglos musicales que le daban más lustre a mis composiciones. Cuando tocaba el charango, desataba la energía interior que, por lo general, mostraba de manera contenida. Gracias a su crucial aporte, Takillakkta se libró muchas veces de caer en la anarquía musical. Sin su colaboración, muchas de mis canciones no tendrían la forma que revisten actualmente. Nos ha dejado un solo tema navideño interpretado por Takillakkta, a saber:

1. Vamos felices cantando

Sin embargo, en el álbum de Voz de Esperanza "Camino hacia la Pascua" (1998) aparecen dos canciones más de su autoría, que son himnos litúrgicos a los cuales les puso música:

2. Es Cristo, el Señor
3. ¿Dónde está muerte, tu victoria?


MARIO "PEPE" QUEZADA

De carácter jovial, siempre de buen humor, supo acompañar con ritmo nuestras canciones, al compás enérgico del bombo. Siendo de ancestros bolivianos, se compenetró desde un principio con la música que tocábamos, inspirada en el folklore boliviano. Aportaba una buena dosis de tranquilidad y buen humor, especialmente cuando había discrepancias sobre algún punto entre los demás miembros del grupo.


CARLOS AGUILAR

Su aporte fue esencial para la supervivencia del grupo, una vez que de los miembros originales sólo quedé yo. Su sangre morena y su raigambre popular le inyectaron ritmo y calidez a las interpretaciones del grupo, particularmente a través de una voz cargada de sentimiento. Sin su carisma personal, unido a su habilidad para interpretar la guitarra y el charango, poco hubiera podido yo hacer para darle continuidad al grupo. Con Carlos vivimos los peores momentos de Takillakkta, así como uno de sus mejores momentos durante la presentación en el Congreso Internacional de la Reconciliación realizado en Tacna en el año 1987.

Su vena compositora dio como fruto tal vez las canciones más cargadas de ritmo de nuestro repertorio, en un estilo que no se adscribe a ningún género andino conocido, sino que es una mezcla de diversas influencias musicales. Las letras tal vez no sean muy originales –a veces prestadas de otros autores–, pero sí adecuadas y compenetradas íntimamente con la música. Son dignos de aprecio su entusiasmo y su paciente trabajo en las sesiones de grabación de 1988-1989, que darían lugar a los dos primeros álbumes de Takillakkta.

Estas son las canciones de Takillakkta que compuso Carlos Aguilar:

1. Oración por el Novenario
2. Madre la Reconciliación
3. Levántate y camina
4. Madre de los pobres
5. Misterio
6. Siempre velando
7. Amanecer
8. El gran día


En este homenaje no se puede dejar de mencionar a quienes creyeron en el proyecto de Takillakkta y se comprometieron con él, vistiendo también el poncho marrón característico:
  • Pablo Pilco (zampoñas)
  • Fernando Valle (zampoñas, quena)
  • Mario Giurfa (zampoñas)
  • Ricardo Gibu (quena)
  • Víctor "Titín" Díaz (bombo, percusión)
  • Hernán La Rosa (guitarra)
  • Pepe Angeles (charango)


Quiero homenajear también a JAVIER LETURIA, quien asumió a partir del año 1989 la dirección del grupo, cambió los ponchos marrones por ponchos guinda, y ha permanecido hasta ahora como único miembro constante, dándole continuidad al grupo. Mi homenaje también a todos aquellos cuyos nombres no se menciona y que contribuyeron al proyecto.

Finalmente mi homenaje a Alvaro Cuba, ex-miembro de Takillakkta, quien participó en las sesiones de grabación de "Señor de la Esperanza" (2004), pero su nombre no fue incluido en los créditos de las portadas del CD. Vistió el poncho guinda, pero no se lo dejó pisar.

martes, 3 de febrero de 2009

MIS OTRAS CANCIONES


Al comenzar este blog, señalé que mi intención principal era preservar las canciones mías que Takillakta ha interpretado. Adicionalmente, quisiera también dar a conocer otras canciones, aquellas que, por su género y estilo, requieren de una interpretación distinta a la que pueda ofrecer Takillakkta, así como aquellas que, no obstante haber sido compuestas originalmente para que las interpretara el conjunto, nunca fueron grabadas en estudio o publicadas en CD.

Comenzaré por la lista de canciones mías que requieren de una interpretación distinta que no va con el estilo de Takillakkta.


CANCIONES DEVOCIONALES Y LITURGICAS

1. Himno a la Virgen Inmaculada del Rosario
2. Familia de Nazaret
3. Como la primavera
4. Nuestra Pascua inmolada
5. Peregrinos
6. Secuencia de Pentecostés
7. Mira a María

CANCIONES NAVIDEÑAS

8. Donde el sol está
9. El sol en la cuna
10. Niño

CANCIONES TESTIMONIALES

11. El vigilante
12. Le canto a la vida
13. La guitarra rota
14. Madre María
15. No trabajando
16. Mujeres
17. Tener que partir
18. Declaración de principios
19. Antes de partir
20. Sobreviviente

CANCIONES POR LOS VIVOS Y LOS MUERTOS

21. Amigos
22. Elegía por un amigo muerto
23. Te recuerdo, mortal
24. Canción de cuna para Carolina
25. Canción de cuna del capitán
26. Canción de cuna para morir
27. Un mundo sin sepulturas
28. Pedro José
29. Usted
30. Gildemeister
31. El arzobispo y el presidente
32. Muñeca rota
33. Insumisa

CANCIONES DE AMOR

34. Sueño de amor en mi soledad desnuda
35. Tu amor y mi amor
36. ¿Cuándo...?
37. Un beso y nada más
38. Me llevé tu amor
39. Si no vas a quererme
40. Canción enamorada
41. Sabiduría
42. Me voy a casar


En todas estas canciones alienta mi fe cristiana unida a experiencias personales de vida, aunque no haya siempre una mención explícita de contenidos creyentes en las letras.

A esta lista habría que añadir otras canciones que compuse, teniendo en mente a Takillakkta como intérprete:

43. Nuevas luchas
44. Madre de las gentes de mi tierra
45. La Rosa de Lima
46. Ante tu imagen, Jesús
47. Luchador, poeta, labrador
48. Ciudadano de los reinos malditos
49. La oración de la tierra
50. Décimas de la lejanía
51. El misterio de amar
52. Patria América
53. La barca de Caronte
54. Espera de la luz
55. Inmaculada de la Espada
56. Cristóbal
57. Estrella de la Evangelización

Nuevas luchas fue grabada con Carlos Aguilar como primera voz durante las sesiones de grabación de 1988, pero nunca fue publicada en CD. Esta canción, junto con Madre de las gentes de mi tierra y La Rosa de Lima formaron parte del repertorio de Takillakkta en su primera época. Una versión completa de La Rosa de Lima aparece al inicio de un documental sobre Santa Rosa de Lima que produjo San José Producciones, en la voz del "Cholo" Luis Abanto Morales, cantante criollo, y con el acompañamiento musical de Oscar Avilés, el mejor guitarrista criollo del Perú.

Las demás canciones fueron ofrecidas por mí a Javier Leturia, director del grupo, en diversas ocasiones para que las interpretara Takillakkta, pero mis ofrecimientos nunca encontraron acogida, aun cuando nunca hubo un rechazo formal. Incluso las dos últimas canciones, Cristóbal y Estrella de la Evangelización, fueron compuestas a solicitud de Javier, pues se requería una canción sobre el tema de María como Estrella de la Nueva Evangelización para la celebración de los 500 años del descubrimiento de América y del inicio de la evangelización del continente americano. Si bien ambas canciones surgieron como fruto de este pedido, la segunda expresaba mejor el tema sugerido. Aun así, nunca fue interpretada por Takillakkta.

En años recientes ofrecí de buen grado mi "Misa de Cuerpo y Sangre presente" para que la pudiera interpretar el grupo. Esta Misa aún incompleta –pues falta componer un salmo responsorial y el Credo– cuenta ya con 10 canciones terminadas. No obstante que Javier recibió estas canciones cantadas por mí a capella en formato MP3, nunca hubo un interés manifiesto en que fueran interpretadas por Takillakkta.

Si sumamos estas canciones a todas aquellas destinadas en un principio a Takillakkta y consideramos también las piezas terminadas de mi "Misa de Cuerpo y Sangre presente", además de las canciones mías grabadas en estudio por Takillakkta y por Voz de Esperanza, tenemos a la fecha un total de 93 canciones.

Si bien no todas las canciones tienen el mismo valor, habiendo también unas cuantas que ahora considero mediocres, sería lamentable que se llegaran a perder simplemente por esperar una eternidad a que aparezcan los intérpretes adecuados.


NOTA: Información actualizada el 28 de noviembre de 2018