martes, 31 de marzo de 2009

INÉDITAS: USTED


Voy a iniciar esta serie de INEDITAS con la última canción que he compuesto recientemente.

La canción surgió en torno a la idea de los absolutismos ideológicos, que no toman en consideración las vivencias del hombre concreto y quieren cortarle alas a la poesía a través de filosofías rígidas y conceptos estereotipados, desconociendo el lenguaje más profundo de las manifestaciones artísticas. Como lo auténtico sólo puede surgir de un amor apasionado, nació de mi inspiración una frase de la cual brotó, no sin esfuerzo adicional, toda la canción: "usted nunca conoció el amor de una mujer".

Usted es la personificación de la armadura sobre el cuerpo vivo, de la tiranía de la ideología sobre la vida y la sangre, de la filosofía estéril queriendo aprisionar la poesía y el amor en sus rígidos esquemas, de la absolutización del discurso abstracto sobre la libertad humana.

En fin, usted puede ser muchas cosas o personas. La canción invita a ser completada por la experiencia personal de quienes la oigan, a fin de identificar en cada uno al usted de quien hay que despedirse para ser verdaderamente libres.

Si quieres descargar una demo de la canción, haz click AQUÍ.


USTED

usted nunca se entregó
al calor de una mujer
usted nunca tuvo
pasión con locura

usted nunca quiso ser
un amante al amanecer
usted nunca supo
de amor con ternura

usted creyó rescindir
el pretérito y el porvenir
convocando un futuro
para santos y puros
de frugal sumisión
sin migajas para la ocasión

y usted nunca atardeció
con un hijo llamado dolor
que temblando está por la fiebre
que llorando está por el hambre
que creciendo está como un hombre
que buscando está libertad
en el suelo fecundo
de sus sueños oriundos
consumando jocundo el rumor
de su amor por el mundo
su fervor vagabundo
sepultando el difunto pendón
de usted
de usted

usted prohibió caminar
por la vida sin su cristal
usted siempre impuso
sus filosofías

usted quiso disecar
los latidos al palpitar
usted puso muros
a la poesía

usted sólo permitió
los vocablos de su fogón
y sin nombre de alma
el espíritu empalma
con carencia de olor
con ausencia de sangre y color

y usted nunca traspasó
los linderos de su mansión
donde el niño juega con la araña
y el amigo espera en la montaña
y el anciano sueña en la pestaña
del poeta que tañe al amor
con sus manos cansadas
de arrugar madrugadas
conjurando su arcada el valor
de auscultar la calzada
y ocupar barricadas
rubricando su espada un adiós
a usted
a usted

Licencia Creative Commons
Esta obra de Martin Scheuch está bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

2 comentarios:

  1. ¿Lo odias? ¿aprendiste a perdonarlo?

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  2. ¿A quién? Nunca he odiado a nadie. Por otra parte, esta canción tiene un sentido que va más allá de lo que pueda significar una persona, y tuvo en mí un efecto liberador, al estar motivada por el amor a la vida y a la auténtica libertad. Esta libertad, reencontrada a la sombra de Dios, tiene un precio, a saber, la incompresión de parte de aquellos que no la conocen ni la han vivido.

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